Los estados de angustia, temor o confusión necesitan qué quien lo experimenta, haga cambios en sus elecciones.
Muchas veces pensamos qué es la entretención o distracción la manera de salir de una problématica, siendo éso mas bien una manera de evitar reconocer y enfrentar las obligaciones que tenemos por resolver y sin pasión, enojo o burla la superación de los inconvenientes.
Ir en busca de la paz interior y de serenidad, está en ir sin prisas, saber esperar, ocuparnos de una sola cosa a la vez, abandonando la hiperactividad que puede llevarnos a lo superficialidad en nuestras vidas.
Es por eso que para calmar nuestra mente y espiritu, es necesario poner atención mas que en nuestras procupaciones, a darnos espacio para reordenar la mente, calmar la ansiedad y equilibrar el carácter, la música clásica por ejemplo ha demostrado tener efectos curativos, siendo considerado un sedante natural que nos ayuda a apaciguar los temores, como las "Sinfonías Relajantes de Mozart" consideradas también como inductoras del sueño, pudiendo ayudar a la tranquilidad del paciente en volumen mínimo durante toda la noche.
Finalmente será lo bello y puro lo que viene a ser útil para el alma, todo aquello que nos cause agrado a través de la mirada como también del oído, será vital para darnos fuerza cuando nos disponemos a disfrutar de lo que es admirable; quien reconoce la satisfacción de la armonía, puede reconocer lo gratificante que es detenerse en aquello como regalo de vida.
La danza clásica o ballet, es otra manifestación que tiene el encanto de no ser una conexión solo para que los bailarines experimenten sentimientos, sensaciones o emociones, las expresiones suaves y gentiles, también permiten que "el espectador a través de su silencio, se vuelva un danzante"
La tarea diaria es poner atención dónde ponemos la mirada y el oído.
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