Cuando repaso mis errores, me siento agradecida de la experiencia relacionada con mi bipolaridad; aún siendo dolorosa, devastadora en muchos aspectos, ha sido útil, no solo para mí sino también para tantas personas a quienes sin tener en común más que el síndrome de no entender el por qué pasa lo que pasa, nos une una confianza que comúnmente no se da entre las personas, no nos separa la edad, la clase social, nivel cultural, nos une el no saber que hacer con lo que sentimos.
Después de un largo camino recorrido puedo reconocer qué a la gran mayoría lo que nos ha perjudicado como individuo, ha sido estar más seguro de definir a los demás qué distinguir quién es uno mismo.
Del primer aprendizaje para todos por igual es "olvida el qué dirán" y aprende a corregir tu manera errónea de plantearte ante la vida, porque ha llegado el momento donde tendrás que hacer de ti "tu mejor amigo", como también tu propio maestro, saber escuchar, saber callar, "gestionar tu propio tiempo" y poner atención a las nuevas enseñanzas que te impartan tus guías.
Como principiante del mundo bipolar o alguien que esté confundido, uno tiene que reconocer qué está enfrentando la propia "ignorancia" al no saber enfocar la dirección de lo que debe entender para no salir dañado, la nueva tarea es familiarizarse con el significado y concepto de realidad, personalidad, pensamiento crítico y aprender a desarrollar un método para aplicarse a las diversas situaciones.
Entonces podemos recurrir a la reeducación, un método donde uno mismo distinga los cambios qué debe efectuar dejando de culpar a los demás de nuestras torpezas, aun habiendo influido la intervención de otros en nuestro modo de actuar, eso ya pasó, el despertar de autorregulación nos motiva a lograr independencia afectiva, es decir aprender a no dejarnos influenciar por las emociones de los demás, las que aún teniendo una inspiración relacionada con el amor o el cariño nos pueden perjudicar, para lo que se necesita aceptarse, no compararse, saber decir no, valorar lo que es poner y ponernos límites, porque de no hacerlo, nos veremos siempre obligados a agradar aún sintiendo que no es justo.
Estamos expuestos a constantes cambios sociales, ambientales los qué también influyen en nuestros estados de ánimo y no sólo aquello sino también las diferentes etapas de nuestra vida que nos sorprenden; mayor razón a quien está comprometido con su diagnóstico, tratamiento y con la búsqueda de hacer las cosas bien, para eso está la autoeducación, aunque la realidad de la enfermedad afecta por ciertos períodos la facultad mental, luego recuperamos nuestra capacidad de distinguir claramente lo bueno y lo malo y más que eso, somos capaces de mejorar nuestra manera de pensar y dé buscar la manera de mejorar las propias conductas.
Date tiempo para volver a aprender, para eludir las distracciones y para observar tu propio comportamiento y no sólo pienses antes lo que vas a decir sino pon oído a cómo lo vas a decir.
No esperes que las cosas cambien, edúcate tú.
P.D. Recurre al diccionario para analizar e incluye en tu vocabulario las nuevas palabras y su significado.
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