La experiencia en relación a las alteraciones psíquicas termina siendo un buen motivo de aprendizaje, la ayuda de la psiquiatría, psicología, psicoanálisis, terapeuta ocupacional y toda intervención psicoterapéutica es fuente de inversión para cambiar el rumbo y destino de la equivocación.
No siendo fácil darse a entender con los profesionales, el paso más complejo de empezar a caminar por aquel intento de salir del desequilibrio, es justamente no saber definir lo importante de lo insignificante.
Finalmente uno termina sintiendo que quien lo entiende todo es el profesional y nace la confianza de ser comprendido, pareciera ser el primer paso para avanzar y no volver atrás, no es fácil seguir un camino recto, porque si uno mismo no sabe cómo entender lo que siente, al médico psiquiatra y especialistas no les basta vernos una y más veces, para concluir en lo que es necesario en nuestro proceso mental, pero que en conjunto se logra, se logra.
Luego viene el propio despertar y lo primero, "hacer de cada acción una buena elección", aprendemos qué la vida es un proceso donde existen múltiples opciones y después de salir de la oscuridad y recobrar la capacidad mental, distinguimos con normalidad lo real y volvemos a despertar a la capacidad de juzgar.
Y ahora si, depende de uno mismo, el bienestar como el malestar.
Dentro de la capacidad de juicio y decisión, no hay más que preguntarse, ¿bueno o malo? Y decidir.
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