Generalmente la emoción no nos conecta con lo sereno o lo calmo, más bien inconscientemente le anteponemos una connotación en relación a los defectos o amenazas, de allí el valor que tiene hacernos cargo del concepto de juicio, es decir considerar el pensar para poder afirmar o negar, más que dejarse llevar por lo que oímos, apreciamos o advertimos.
lunes, 22 de mayo de 2023
domingo, 21 de mayo de 2023
La emoción como interpretación equivocada.
Muchas veces escuchamos decir que el trastorno bipolar radica en fenómenos emocionales, siendo los estados alterados del ánimo los que dejan demostrado el desequilibrio en la persona, luego de conseguir un tratamiento adecuado se consigue recuperar la normalidad, pero no por eso exenta de profundizar el concepto de "sensibilidad emocional" en beneficio del propio sentido de realidad, de toma de decisiones, conductas personales y relaciones sociales.
viernes, 19 de mayo de 2023
Recordando a mi primer Maestro Gontran Pelissier.
jueves, 18 de mayo de 2023
Sobre relaciones humanas.
Además del silencio el mejor aporte qué puede hacer una persona a otro cuando se convive en el mismo lugar es "observar el propio comportamiento" ayudando abandonar la queja y a mejorar el lugar.
miércoles, 17 de mayo de 2023
Tres consejos.
* No siempre es bueno estar en la búsqueda de lo mejor, porque lo mejor está en cambiar el pensar qué todo está mal.
* Repasar las tareas bien cumplidas ayuda a sosegar la queja.
* Sí nos observamos a sí mismo, podemos calmar los temores, los temores se activan al pensar en lo qué piensa el otro.
martes, 9 de mayo de 2023
sábado, 6 de mayo de 2023
Cosas positivas que han influido en lo que me pasa.
De las apreciaciones personales sobre mis experiencias de vida, mi motor no deja de ser mi síndrome bipolar, mi cable a tierra, porque con los años puedo reconocer que la bipolaridad más que una enfermedad, es una lección diaria de vida; todo aquello que ocurre en mi quehacer no es otra cosa que el resultado de lo que a conciencia decido.
No es fácil darse a entender en lo absoluto, porque luego viene la interpretación y observación de acuerdo a la propia verdad de cada uno, lo que si puedo agregar qué mi intención de referirme a mi propias experiencias de vida, incluyendo mi bipolaridad, tiene la intención de reconocer qué mis esfuerzos por liberar a mi familia de la incertidumbre y de vivir acompañándome en mis crisis, ha pasado, siendo una enfermedad de por vida, científicamente se ha comprobado que mientras el paciente "no abandone el tratamiento" al pasar de los años la bipolaridad disminuye y después de 34 años de tratamiento y apoyo médico, creo que en mí queda demostrado que le he dado tregua a mi desorden emocional, siguiendo las reglas a seguir y haciéndome cargo de mi propia filosofía de vida.
Esta enfermedad está considerada poseedora del gen de la genialidad, de allí que un sinnúmero de genios de la humanidad hayan padecido de bipolaridad.
Independiente de lo científico, quiero agregar que en lo personal mi propia bipolaridad, me ha demostrado radicar en lo espiritual y junto con los medicamentos ha sido la oración que calma mi espíritu.
Y en relación a las terapias, si bien los profesionales de la psicología, especialmente aquellos que conocen los mecanismos de la bipolaridad, son de gran ayuda, es el paciente mismo su mejor terapeuta, cuando sigue las instrucciones o indicaciones relacionadas con estar atento a las consecuencias que influyen en su vida la falta de voluntad, respeto por sí mismo, como también incluso por los profesionales que lo respaldan.
Para mejorar es uno mismo que debe saber qué no está haciendo bien.
jueves, 4 de mayo de 2023
Cosas que me incomodan.
Conversando con una amiga sobre las expectativas de los hijos la que según mi experiencia el pilar es la responsabilidad.
Alguien me preguntó alguna vez qué expectativas tuvimos nosotros con nuestros hijos y respondí que ninguna, que la única expectativa cuando nos casamos fue llegar juntos hasta el final; la conversación con aquella madre se refería a qué uno de sus hijos, no optaba por una carrera universitaria...
Nuestros hijos no fueron a la Universidad, pero son nuestro orgullo por su capacidad de responsabilidad; cada vez que alguien se admira de mis habilidades, lo primero es preguntar si es que lo aprendí en la Universidad, me ocurre con mis planteamientos escritos, me piden que recomiende de qué textos extraigo los consejos, siendo qué el "texto" es enseñanza de mi propia experiencia... y en la fortuna de recoger importante conocimiento en el área de la psiquiatría.
Pero aunque lo haga bien para muchos no es suficiente, así ocurre hoy también con lo de mis pinturas, qué aún habiendo adquirido técnicas con profesionales, para muchos no parece suficiente, entonces pienso que cada vez más existe una sobrevaloración hacia los estudios superiores y no al respeto por las cualidades positivas, como tampoco, hacia la moral de las personas.
Ejemplo del valor que tiene el tiempo de madurez no en todos por igual, queda bien demostrado en mi caso, fui una alumna sensible al trato de mis profesores, más que a las materias impartidas y en el tiempo la vida con las experiencias más difíciles qué por elección personal no elegí, me permite no solo ayudar a otros sino estar atenta a corregir mis equivocaciones y agradecida de mis padres que me inculcaron buenos sentimientos y valores.
SRH.
martes, 2 de mayo de 2023
Una vez que supe qué mi tratamiento era de por vida... fue la primera señal que me hizo entender y aceptar, qué había llegado el momento de hacerme responsable por mi misma de lo qué de mí desconocía.
Al pasar de los años, puedo reconocer que el tratamiento no fue ni sigue siendo para mí bienestar, más bien los medicamentos siguen ayudando a qué mi cerebro bien funcione, se mantenga equilibrado, sin alteraciones y de acuerdo a mi disciplina no pierda su centro.
Aprendí a darle importancia en diferenciar tres cosas, Cuerpo, Mente y Espíritu, así fui entendiendo que el tratamiento sería la base de hacer funcionar mi mente y aún habiendo perdido por muchos años la fe, me encontré hablando palabras puras que me calmaban y me salvaban del pensamiento distorsionado qué no entendía.
Me fui haciendo realista, distrayéndome de lo que me aquejaba, valorando qué después de los períodos críticos, no había perdido la facultad de distinguir la realidad y qué lo que antes... viví como idealismo, luego me demostraba que me desvinculó de lo que era necesario, "conectarme con la racionalidad práctica"... lo primero fue centrarme en todo lo bueno que me rodeaba y buscar soluciones más que problemas.
Todo un aprendizaje, independiente, serio, formal, sepulté la simpatía, la buena disposición, miré diferente a mi mundo de colores, por primera vez la protagonista era yo misma, nada fácil reconocerse en tantas equivocaciones, desilusiones, decepciones, una puesta en escena, donde el único actor es uno mismo y más que sentirse aplaudido, más bien se siente arrepentido de ser objeto de la estupidez.
Después de tanto mar revuelto sin rumbo cierto, nace el espíritu de alcanzar metas, necesitada de distinguir qué la falta de discernimiento, me impedía distinguir y considerar "estar atenta" a lo bueno y lo malo, lo justo e injusto, lo correcto e incorrecto y no solo aplicarlo como persona, saberlo identificar también en los demás.
Asi fui logrando iluminar mi sombra, lo que me permitió comprender de manera clara, que para hacer desaparecer la queja, es necesario saber que es lo que cada cual necesita saber.
"Ve a lo tuyo y no te preocupes si a los demás les gusta" Tina Fey