La reflexión acompaña, educa y guía, en esta página se comparte la experiencia de la estabilidad mental, emocional y espiritual.
Los conflictos, la desconfianza, complejos e inseguridades, anulan la capacidad de despertar a una nueva verdad.
¿Qué se gana con despertar?
Dejar de ser ingenuo para distinguir "por sí mismo" verdadero o falso, dar sentido personal a la vida y en conocimiento de hacerse humilde, lo primero para no ser exigente consigo mismo, actuando en mayor confianza y naturalidad, porque reconocerse ignorante hasta el último día de vida, junto a debilidades, limitaciones y defectos, nos libera de parecer mejor de lo que somos ante uno mismo y ante los demás, alcanzando autonomía, aquello que nos corresponde por deber y derecho en la vida, para hacerse "consciente de regular" las propias conductas y normas, siendo la mejor guía del propio comportamiento y capaces de responsabilizarnos de toda elección y decisión.
No hay como mirarse a sí mismo.
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