Poda tú propio árbol, para reafirmar las raíces y para renovar las fuerzas qué en ti, se han debilitado.
Es mejor soltar aquello que nos perjudica, qué mantener sosteniendo el peso de lo que nos impide florecer.
Es mejor reafirmar nuestras propias verdades, que sostener relaciones qué nos apartan de la armonía.
Es mejor que se apague para otro nuestra sonrisa y no que la presencia de la penumbra, apague la luz de nuestro corazón.
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