Para quienes cuidan de un paciente bipolar, en los inicios de este diagnóstico... no les es fácil tomar decisiones acertadas por falta de conocimiento sobre esto... a quienes no les queda nada más que cuestionar los síntomas de la enfermedad bipolar.
A las personas que recurren a la orientación a través de esta página, aconsejo tener un cuaderno de pautas o apuntes, de aquellas indicaciones que le parezcan más relevantes de las aparecidas aquí u otras, para proceder con prudencia y anteponerse a cualquier eventualidad.
Hablando sobre la ingenuidad con una madre de una paciente, es qué le sugerí éstas sencillas indicaciones, algunas aparentemente insignificante en lo doméstico, pero eficaces para la concentración y la responsabilidad.
La enfermedad bipolar es un estado de confusión, temor y falta de voluntad en la persona, que impide despertar a la propia iniciativa, necesitando tener apoyo en relación más que en un sentido de comprensión, mas bien de buen trato, de silencio y no de críticas o discusiones.
Lo ideal es tener como guía la psicoeducación de un profesional de la psicología, ojalá que entienda sobre bipolaridad, ayudándonos a trabajar ciertos rasgos básicos que nos estimulen a retomar el diario vivir, siendo necesario puntualizar a los psicólogos, la necesidades primordiales que se ven disminuidas en el paciente, si no, se vuelve interminable la terapia, porque después de todo uno aprende más de la propia experiencia, qué de lo que se nos enseña.
Nosotros necesitamos entender sobre amor propio, más que comprender el término de autoestima, para lograr la autonomía.
El cambio de hábitos también lo debe estimular la psicología, tan importantes y simples como hacer su cama, abrir y limpiar ventana, cambiar sábanas, limpiar baño, limpiar utensilios qué nos acompañan y colaborar en casa; lavar su ropa interior a mano, cuidar el buen trato, respetar para ser respetado, saber escuchar, para saber con prudencia... responder, usar el sentido de la intuición y las sensaciones, como principio de cuidado y autocontrol.
La obediencia nos lleva a ser precavidos y a fomentar en sí mismos la confianza.
susana rodríguez hidalgo.
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