Date cuenta, hazte cargo, cambia aquello que no haces bien.
Una vez que uno aprende a atesorar lo bueno que existe, difícilmente le causa sufrimiento el dolor.
Hay personas que no quieren cambiar sus apariencias ni defectos, creyendo que esa es su verdad y la verdad es que son mejor de lo que aparentan.
Es más bonita la desilusión que el arrepentimiento, cuando no se hace realidad una buena intención.
El verdadero valor del dinero empieza por tener un peso, el del cariño es el respeto y el del ánimo, cuidarse de los propios malos pensamientos.
Lo único cierto es que el futuro no existe en la realidad de las expectativas, de allí que los sueños y proyectos, dependan con la mesura contemplativa con que se proyecten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario