La madurez no tiene que ver con la edad sino con el sentido de responsabilidad.
Llega un momento y una edad qué para tomar decisiones uno no necesita de opiniones externas.
Una buena decisión no siempre solo es decir sí una buena decisión también puede ser decir no.
La convicción con sus razones y creencias hace posible concluir a través del propio criterio.
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