No pienses que lo mal qué lo estás pasando es para siempre, porque eso no es verdad.
No te hagas cargo de lo que no te corresponde.
No esperes que los demás te hagan feliz, hazte obediente, paciente y escribe sobre lo que no sabes cómo explicarle a los demás.
Si quieres vencer los miedos aprende a rezar el Padrenuestro si lo haces, hazlo desde tu voz interior.
Si aún tienes algo pendiente que decir a alguien, prueba poner una silla frente a ti y hablar como si estuvieras enfrente a la persona.
Si quieres sentirte seguro de si mismo, piensa qué lo tienes todo y no te falta nada.
Para ser comprendido por tu médico, no es necesario explicarlo todo, no solo las palabras son reflejo de lo que nos pasa.
No olvides que eres importante, necesario, querido, respetado y admirado por quienes no lo imaginas.
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