Una de las problemáticas en común que afecta al paciente bipolar es sentirse inseguro... porque cada día tiene que enfrentar algunos síntomas propios del diagnóstico, los que a veces derivan en sentirse disminuidos, tímidos o retraídos.Podemos decir qué no es una elección personal experimentar lo antes dicho, como tampoco es cosa de personalidad sino que influye muchas veces en el comportamiento personal el "abandono del tratamiento", la "no aceptación del diagnóstico", como también no estar conforme con la propia manera de ser, del físico, la situación social y/o educacional; pero cuando comprendemos qué somos lo que somos y aun considerando las limitaciones de por medio que se tiene como todo ser humano, igualmente podemos reconocer qué nada impide ser cada vez mejor persona.El Trastorno Afectivo Bipolar en sus fases críticas, se caracteriza por la reacción descontrolada de impulsos, siendo el tratamiento lo más importante para controlarlos... aun así, uno de los factores de riesgos que puede derivar en malas consecuencias en la persona como paciente, es la falta de control de sus propios impulsos, deseos o tentaciones, entre ellas regalar o comprar desmedidamente.
Cuando el paciente se va interiorizando de los síntomas o características de la enfermedad, puede reconocer lo importante que es considerar "el cambio de conductas" en favor de evitar conflictos, mejorar las relaciones con otras personas y no verse expuesto a situaciones complejas; considerando que las conductas son la carta de presentación de uno mismo y qué aportan información sobre nuestro comportamiento o manera de ser.Una buena manera de conseguir cambio de conductas es mantener buenas iniciativas, llenando el tiempo creando un trabajo, cuidando el vocabulario, disculpándose cuando sea necesario, cuidando el buen trato, por mencionar algunos ejemplos.Nuestras conductas se ven reflejadas en el lenguaje, en las acciones, gestos, actitudes y expresiones, siendo reflejo de la personalidad el propio comportamiento.
En nuestro caso el cambio de conductas es un pilar fundamental para el equilibrio emocional y espiritual, porque uno mismo es generador de la causa de lo que puede ocurrir, es decir de la razón del porqué algo sucede, dependiendo, entonces, siempre de nuestras buenas intenciones.