En relación a la búsqueda de orientación sobre bipolaridad el buen resultado surge cuando se pone en práctica.
Hemos seguido dialogando con Ester, ella ha insistido en cuestionar su diagnóstico bipolar, aún teniendo apoyo y orientación de su médico psiquiatra y psicóloga, haciéndole mención qué dentro de su familia hubo un caso con antecedente... que deja en evidencia, no solo los altibajos del ánimo sino que también una de las características del gen bipolar, la genialidad.
Así ha sido como poco a poco ha ido cambiando su sentido cuestionable al comprobar lo real de mi experiencia, tanto en lo muy difícil como en lo superable. Desde allí que se ha vuelto menos ansiosa y se ha permitido dejar de observar este tema como su primera razón de existir, su pauta diaria de sus cambios de ánimo, más su desconfianza y su manera reservada de sobrellevar sus síntomas, poco la ayudaban, más bien le impedían aceptar ser diagnosticada; influía que no tenía real conocimiento que el medicamento era necesario para "prevenir los síntomas" que nos descoloca, que sin eso, se vuelven más críticas las reacciones mentales, que la "enfermedad bipolar disminuye" en el tiempo "cuando no se abandona el tratamiento", que el aumento de peso tiene relación con los medicamentos cuando un tratamiento necesariamente tiene que ser más riguroso, pero que luego de recuperar la normalidad, el tratamiento disminuye y por lo consiguiente la baja de peso.
Ester ha logrado retomar con entusiasmo su tratamiento, entendió que no estamos siempre enfermos, que las incoherencias no nos representan, se dio tiempo para hablar de sus cosas buenas, ha estado cambiando sus hábitos, cocina, ve el jardín, ella vive en otro país y después de tanto mirar su vida afectiva como un mal sin solución, hemos terminado intercambiando recetas y con el deseo de venir a conocer donde ahora vivimos en la Isla Grande de Chiloé/Chile.
Entonces podría decir, lo importante y necesario que es qué el paciente junto con el tratamiento, reciba una información por escrito de los beneficios del tratamiento y además que se le haga saber qué la bipolaridad no es una enfermedad mental sino un desequilibrio existencial, que requiere de hacer buenas elecciones de vida para recuperarse.
Y que la personalidad o la falta de flexibilidad del paciente, influirá en la posibilidad de complicar o simplificar las circunstancias.
susana rodríguez hidalgo
P.D. Tengo que reconocer que la confianza que hemos logrado, ha estado basada en la fe.
El problema es q hay mucha información en Internet pero no todo es bueno ni verdad y cuando uno esta desesperado y no piensa bien. Eso hace más daño que bien. Asi fue q leí q era una enfermedad progresiva y eso inpresiona
ResponderEliminarEs una gran responsabilidad dejar información en Internet, más aún como información de este diagnóstico, porque si no queda claro es cierto que más qué ser una ayuda, puede perjudicarnos. En relación a que es una enfermedad progresiva, puede llegar a hacerlo si la persona no sigue el tratamiento, "faltó que se explicara eso", siempre se asocia a la bipolaridad "sin tratamiento", que crece como una bola de nieve que rueda... y que disminuye en el tiempo cuando nunca se abandona el tratamiento.
ResponderEliminarSaludos