La familia es un pilar fundamental en el desarrollo personal del paciente.
La bipolaridad no es una enfermedad mental es una reacción emocional frente a conflictos que nos han afectado y que no hemos resuelto.
La familia ayuda a la superación brindando buen trato y respeto, la comunicación diaria debe ser normal, integrándole a las tareas diarias.
El paciente está enfermo cuando está en crisis y necesita un tiempo de recuperación, la convalecencia requiere de silencio y compañía, sin exigencias ni observación de desconfianza.
No culpe al paciente de lo que haya ocurrido durante sus crisis por faltas de juicio.
Ayude con amabilidad a que el paciente acostumbre a cumplir con su tratamiento.
La ayuda terapéutica con psicólogos ayuda en el cambio de hábitos y conductas, siempre y cuando el paciente esté en condiciones normales de comprensión.
Los medicamentos químicos denominados estabilizadores del ánimo, no deben ser suspendidos, es la única manera que el paciente durante toda su vida, pueda desarrollarse en lo que el mismo determine, de lo contrario la bipolaridad irá en aumento.
Los estados Depresivos de un paciente bipolar, deben tratarse con los medicamentos antidepresivos por "períodos cortos" lo dicen y lo saben los médicos psiquiatras especializados en bipolaridad, debido a que este síndrome fluctúa entre estados depresivos y eufóricos... el tratamiento prolongado con antidepresivos nos puede llevar a la exaltación.
Rogar, rezar, pedir a Dios por el bienestar, ayuda a reestablecer la vida espiritual del paciente.
Confíe.
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