Internet es una gran ayuda como medio de comunicación, aunque hablemos otro idioma, tratándose de esta enfermedad, puede que varíen las historias, pero lo que sienten las personas es para todos por igual.
Hoy conversamos con Lucía con quien hemos logrado una relación de confianza, ella vive en otro país, cada vez que compartimos comprende mejor su historia en relación a la bipolaridad.
Comentábamos lo difícil que es la relación del paciente con la madre, algo bastante común... por mi parte, nunca he encontrado una respuesta específica para ello, entonces, sigo pensando que el único motivo es qué talvez culpamos a la propia madre, porque fue quien nos trajo a la vida...
Una de las recomendaciones médicas es que el paciente mantenga buenas relaciones con las personas en beneficio de su tranquilidad y en este caso como hijo/a deberíamos mantenerla con mayor razón, pero Lucía me dice, que obligadamente tiene que mantener más bien una relación intdependiente de su madre, porque a las dos les viene mejor.
Ella piensa que su madre al quedarse viuda le exige más porque es la hija mayor; me hizo saber que su padre se suicidó, cosa que no acostumbra a comentarlo, pero que le inquietaba saber si las personas de una familia que también tienen el diagnóstico corrían el mismo riesgo; no lo puedo asegurar, pero la verdad que conozco muchos pacientes que han vivido la misma experiencia con un familiar y sin embargo siendo personas en la actualidad de bastante edad, sobrellevan bastante bien la bipolaridad. Además que la ciencia a través de la medicina en la especialidad de psiquiatría, ha conseguido diagnosticarla y tratarla con medicamentos... a gran diferencia de lo ocurría con las personas hace treinta años atrás, cuando había menos conocimiento del trastorno bipolar.
De muchas personas Lucía tuvo una queja, le comenté que la mejor manera de avanzar y evitar conflictos, es poner en práctica inmediata la orientación que nos indiquen los terapeutas o poner atención a los buenos consejos, asi conseguiremos el cambio en uno mismo de conductas y mentalidad, es mejor cambiar que esperar a que cambien los demás.
Muchas cosas cambian cuando uno no trata con las personas que se lleva mal.
Para evitar malos entendidos, es mejor escribir lo que sentimos, escribir lo que nos parece mal nos tranquiliza, nos aclara y no es necesario decirlo a los demás.
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