Cuando llegamos a un Acuerdo.

Mabel escribió y desde hace dos meses que mantenemos una conversación continua, ella es madre de Cristy, paciente bipolar, con características propias de adolescente, las que parecen más complejas al estar acompañadas de los síntomas que le afectan... lo que es mas fácil de comprender para mí, al ser paciente.

En principio me interesé por las conductas de su hija, pero terminé cambiando la dirección de lo que no generó ningún gesto de ayuda y entonces fue mejor conocer qué pasaba con Mabel, no como madre sino como persona. 

Una vez más queda demostrado  que el destino de la preocupación, cambia con la realización personal de cualquier persona, hoy tuvimos esta conversación que comparto con la autorización de quien aún no conociéndonos personalmente, hemos estrechado una amistad fraterna. 

¿Como van tus cosas?

Mabel: No me puedo quejar.

Yo te agradezco las sugerencias que me diste, aplicándolas todas, hay veces que algunas las olvido, pero hago pausa y voy de nuevo.

Veo un poquito más estable y accesible a mi hija.

No me genero expectativas, viviendo cada día lo mejor que puedo.

Me ayuda mucho lo que me recomendaste.

"Señor mío, Dios mío, solo en ti confío. 

Y el Padre Nuestro.

¡Ah! y la respiración profunda y exhalar lento por la nariz, de manera continúa"

Estoy durmiendo mejor.

Susana: No importa que no recuerdes lo que te enseño... que nace de mi verdad de aprendizaje y evolución. Lo importante es qué tú reconozcas que siempre hay algo bueno en los momentos más difíciles, esa es la mejor enseñanza que podemos dejar a los hijos.

Mabel: Así es... En eso coincidimos.

Susana: Que tu hija Cristy ande mejor es una bendición, tu has puesto luz en la oscuridad, lo que permite dejar pasar el mal. 

Mabel: Dios sea obrando. Yo soy solo un instrumento.

Susana: Tú eres su canal.

 Mabel: ¡Aha! exactamente. Y tu también.

Susana: Quien no se abre a cumplir con la misión de volverse manso, se cierra a la Verdad, la que nos demuestra que todo lo bueno, es lo único que nos sana. 

Mabel: Ha sido un proceso largo y ahí sigo. Antes, hace años, veía solo oscuridad en mi vida. Desde que decidí buscar la luz, Dios me fue moldeando y aquí estoy... siguiendo su Voluntad.

Susana: Tu te has moldeado, haciéndote mansa; antes no levantabas tu fe, mirabas el problema y te hacías sufriente.

Mabel: ¿Sabes? gracias a Dios empecé una vida nueva, porque viendo lo mal que se ponía Cristy toqué fondo y hoy finalmente me doy cuenta, que ella fue mi impulso para sanar tantas heridas de la niñez, adolescencia y vida matrimonial... llegó el divorcio, como un efecto colateral de las desiciones que tomé haciéndome cargo de mi bienestar.

Han pasado 3 años del divorcio y ha sido un superar muchas dificultades a veces ya sin ánimo; Dios me sostuvo, estuve de rodillas mucho tiempo. Y aquí estoy.

Susana; De pie y con la frente y la moral en alto.

Mabel: Así es. Y Dios puso ángeles maravillosos en mi camino... ellos han sido el soporte en la fe. Y tu eres uno de ellos. Hoy es una nueva oportunidad y así será cada día, una oportunidad para hacerlo mejor. 

Susana: Sin esfuerzos, porque el principio es la propia paz.

Mabel: Exactamente, de acuerdo totalmente.