Si quieres ayudar a alguien que está confundido, basta que no lo presiones, que todas sus equivocaciones sean escuchadas con silencio, por respeto a sus angustias y a su intención de aclarar lo que lo atormenta; si algo se le puede decir, es reconocerle lo mucho de bueno que tiene, principalmente su valentía de confiar lo que está sintiendo.
Lo que nunca está demás es preguntar ¿y tú fe como está?... generalmente la respuesta es yo sé que existe algo... y es necesario ayudar a recordar que ese algo, tiene solo un nombre y significado y es Dios.
Se cree que cuando nos va mal es porque no existe Dios, sin embargo no es así, porque Dios es solo lo bueno que existe en la vida y para que pueda cambiar el destino de lo malo, necesitamos nombrarlo por su nombre, para que tome vida en nuestro propio buen espíritu y nos escuche.
Si piensas que todo va mal, basta que "creas" que Dios es todo lo bueno que vive en ti, para que le confíes todo lo que te aflige y nunca te sientas solo.
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