miércoles, 31 de marzo de 2021

La tranquilidad es contagiosa.

 Ayer conversaba con la madre de una paciente a quien siempre hay que recordarle que las personas con bipolaridad, no somos limitadas, que solo estamos enfermos cuando nos descontrolamos anímicamente, pero que luego de recuperarnos funcionamos de manera normal mejor dentro de una convivencia en armonía, muchas veces, nuestras inestabilidades se activan porque la familia no suelta la idea, que estamos en todo momento enfermos. 


Le comenté lo qué nos ha servido aprender "como familia", lo necesario que es "no creer sino entender" qué la tranquilidad es contagiosa cuando reconocemos "cuál es el bienestar del momento" y, de lo capacitado que estamos como seres  humanos para buscar soluciones a lo complejo, lo que aún pareciendo imposible hemos superado, como por ejemplo, un duelo.

A veces, la mentalidad pesimista de los demás logra perjudicarnos, principalmente cuando uno mismo no reconoce en el momento, qué incluso un respiro profundo en uno mismo, sirve para no inquietarnos.






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