La reflexión se vuelve más interesante y efectiva cuando es discutida con otras reflexiones, acompañadas además de valiosas razones, como las que me hiciera llegar el médico-pediatra Dr. Manuel Zamorano Godoy, sobre esta publicación y que recibo gratamente.
De mis reflexiones:
Hay dos maneras de vivir. En la incertidumbre y la otra sabiendo que Dios es justo.
Para que las cosas cambien habrá que cambiar la manera de pensar.
No hay quien no sea torpe, ignorante y que no sienta miedo.
La mentira no existe porque siempre se sabe la verdad.
Quien reconoce sus defectos y equivocaciones no tiene para que defenderse.
Nadie es mejor mientras no aprenda a respetar.
Un buen amigo es aquel que no se burla de tus malas rachas.
Los límites se hacen necesarios para mantener buenas relaciones incluso con los hijos.
El que ofende no sabe que desprecia su propia rectitud.
La obediencia, sencillez y vergüenza son muestras de humildad, la arrogancia de soberbia.
Quien todo lo tiene será porque lo necesita.
Del pasado lo más lindo son los bellos recuerdos.
Para relacionarse es necesario respetar los tiempos de entendimiento del otro.
Si algo no resulta de inmediato, es porque no es el momento, todo tiene su tiempo.
El mejor desahogo es respirar varias veces profundamente.
Susana Rodríguez Hidalgo.
A continuación análisis del Dr. Manuel Zamorano Godoy.
"Estimada Susana, estoy de acuerdo con casi todos los puntos que me comenta, hay algunos que sí me parecen discutibles:
Los torpes e ignorantes lo son a tal extremo que o no conocen el miedo o lo ignoran.
Lo de que la mentira no existe, yo creo que aunque se sepa la verdad si existe y deben haber muchos casos en que la mentira se toma como cierta. Solo para graficar, por siglos la tierra era plana. Los límites son absolutamente necesarios en todo orden de cosas, pero con el tiempo y/o con nuevos conocimientos pueden variar. El que tiene mucho, aspira a tener más. La ambición es desmedida, aunque no necesiten nada.
Lo más importante en una relación es saber escuchar ya que cuando una persona es interrumpida el otro no puede saber lo que querían decirle y a veces es lo mismo que estaba pensando y discutiendo. Esto vale especialmente para las cónyuges e hijos".
Dr. Manuel Zamorano Godoy
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