Para quien pasa por el misterio de este trastorno del ánimo, lo que menos le sirve es volver atrás, porque lo que nos duele o nos confunde, es lo que necesitamos cambiar en nuestra mentalidad, siempre será posible corregir lo que nos daña, porque aún después de una crisis, volvemos a estar consciente sin perder la capacidad de razonar.
Cada caída, nos demuestra que algo nos falta por aprender, entre otras cosas, hacernos un nuevo compromiso personal de cuidado, que nos ayude a actuar de manera responsable en relación a no prometer, no obligarse o comprometerse de manera incondicional; la condición bipolar, requiere de hacer un balance constante en medir las consecuencias de nuestras acciones. Impulsos y deseos, pueden causar falta de voluntad en nuestras decisiones.
Medir lo bueno o lo malo, buena regla para no salir perjudicado.
Susana Rodríguez Hidalgo.
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