Mientras uno mismo no reconozca su porfía en la porfía va a tropezar.
La palabra deseo parece deseable, pero a veces es perjudicable.
Al experimentar una enfermedad del ánimo, se aprende que los deseos son generadores de conflictos internos, una de las características de la bipolaridad son las tentaciones y los deseos no cumplidos provocan frustración, somos propietarios de consecuencias negativas... que pueden perjudicar la propia realidad.
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