La consideración recibida del medio médico de psiquiatría de mi país, entre ellos el Servicio de Psiquiatría del Hospital del Salvador, la Sociedad Chilena de Salud Mental, como también la orientación a través de las innumerables charlas psicoeducativas en relación al TAB a cargo del Dr. Pedro Retamal C. Especialista en Enfermedades del Ánimo, como el apoyo de tantos profesionales más, entre ellos el destacado Psicoanalista, Profesor de psicopatología clínica y psicoanálisis de la Universidad de París 13 Dr. Derek Humphreys A., es un aporte que me permite no solo adquirir respaldo para mi modesta intención de ayudar a otros como yo, sino conocer desde lo profundo la dedicación y desvelos de quienes se sienten comprometidos en ir en ayuda de quien sufre en relación a la propia existencia humana.
Cualquier otra especialidad médica permite conseguir un resultado mayor de cercanía a la realidad de la dolencia de un paciente, pero quienes somos pacientes confundidos, muchas veces, perdemos incluso la facultad de expresar lo qué nos pasa y es allí el valor de quien elige esta especialidad médica, que requiere del don del altruismo, ética y humanismo.
La oportunidad de ser aceptada como asistente a diferentes actividades de orden científico, es una muestra del interés médico de psiquiatría de abrir surcos fraternos, hacia su singular propósito de ir en ayuda del prójimo en el sentido existencial.
No solo soy una agradecida del respeto recibido sino que también agradezco la oportunidad porque a través de esa acogida, se pueden ver beneficiados otros pacientes al igual que yo.
En este mismo medio antes me referí a la opinión del médico psiquiatra infantil Dr. Williams Beardeslle experto en Psiquiatría Infantil de la Universidad de Harvard, quien expuso en un Conversatorio en el Instituto Psiquiátrico Horwitz, de lo posible que es la prevención de la enfermedades relacionadas con depresión.
Este especialista puntualizó sobre la importancia de la unión familiar, de la "necesidad de conversación" sobre las experiencias dolorosas que hayan marcado la vida de los mayores y principalmente la de quien padece de depresión, lo que ayuda a entender el porqué la persona depresiva se mantiene sumida en el letargo, la tristeza enfermiza y el aislamiento, todos tenemos una historia que creemos tener que ocultar para no hacer padecer a la familia, pero ese silencio más bien contagia a cualquier miembro de quienes somos parte esencial de vida, porque de no encontrar razones concretas, que puedan mitigar la tristeza para todos, ante lo desconocido, solo se activa el pesar en quienes nos rodean.
Sin embargo, quien hace saber lo que marcó su vida en un sentido injusto, consigue la comprensión de los suyos, la posibilidad de mirar y madurar en conjunto muchas veces incluso "la no responsabilidad de lo ocurrido" y separar los hechos que aun habiendo sido reales, ocurrieron en un "tiempo pasado" que ya no existe.
Observar las experiencias en familia por dolorosas que sean, nos ayuda a cerrar heridas, sin embargo de no compartirlas, seguirán siendo sombras que transforman la vida real, como una razón poderosa que aparentemente nos implica dejar de vivir.
El especialista también se refirió a la buena razón que permite abrir los caminos hacia la paz, la fortaleza y confianza, necesaria antes de abrir el diálogo al reunirse en familia, la oración, la que calma los temores, la angustia y las pasiones, la oración como refugio bajo el buen espíritu de cada uno.
El Dr. Williams Beardeslle como experto en Psiquiatría Infantil, dejó un mensaje profundo de vida... quienes sufren de depresión deben compartir con sus hijos las historias que aún siendo difícil de aceptar y superar, dejan demostrado que no les ha impedido seguir viviendo...
De acuerdo a eso, entonces, está el deber en la persona sufriente, cortar la cadena silenciosa del padecimiento, que deteriora el mundo de los afectos de sus seres queridos.
Aun no siendo posible decir toda la verdad, bajo la lluvia de la fe, Dios cada palabra la ilumina.
Susana Rodríguez Hidalgo.
Grupo de Autoayuda para Pacientes Bipolares y Depresivos.
Monitora
En Servicio de Psiquiatría Hospital del Salvador.
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