Un factor que he cultivado gracias al buen consejo de mi médico tratante, ha sido la paciencia y en especial lo hago con las personas qué cómo yo, padecen de los síntomas y características de lo que provoca en muchos aspectos, las malas reacciones de esta enfermedad relacionada con la irritabilidad.
Pero, muchas veces no se trata de la paciencia y el esfuerzo de quienes se disponen a ayudar al paciente, porque hay casos que empeoran, cada vez más, por la falta de autocrítica de quien experimenta alteraciones del ánimo, muchos casos presentan cero voluntad de cuidar el respeto hacia los demás y cuidar del buen trato.
No es fácil decepcionarme de quien bien conozco su historia afectiva, porque en general con quienes me confían, en el tiempo logramos conseguir un mutuo entendimiento y juntos, comúnmente se hace posible experimentar un cambio, no porque sea mi voz o mi opinión la salvación de su problemática, sino porque coincidimos en lo que sentimos y éso nos ayuda a qué uno aprenda de otro, dándonos buen resultado intercambiar fórmulas.
Sin embargo existen excepciones, principalmente en pacientes hombres jóvenes, que no quieren dejar de aferrarse al diagnóstico bipolar, para no dejar de hacer de su vida un problema para la familia o la madre o al padre.
Mientras reciben consultas con los médicos o psicólogos, demuestran obediencia y comprensión, pero una vez tomando su diario vivir, no respetan su propia persona, descuidando su aseo, menos entender que "su cerebro" necesita cuidar las horas de sueño... durmiendo hasta las 14:00 hrs. y además enfrentando el día con prepotencia.
Eso es un abuso, una falta de consideración con quienes se sacrifican por mantener económicamente, consultas médicas o terapéuticas, alimentación, medicamentos, etc. ... no es posible que quien recibe gratuitamente, no sea capaz de ser agradecido, colaborador, respetuoso y responsable, porque donde vive es su obligación mantener limpieza, orden y cuidado, desde que usa una taza por la mañana.
Conozco más de un caso de jóvenes varones, que se defienden con faltas de respeto, para mantener a sus familiares anulados, temerosos, enfermos de angustia, solamente porque toma más poder el no querer hacer algo, para seguir haciendo cargo a los demás de lo que como individuo les corresponde.
Si eres paciente bipolar, eres inteligente, pero esa inteligencia debe ser ocupada para crecer como ser humano, no para manipular ni para engañarnos a sí mismos.
Excelente tu texto, es una realidad que se vive lamentablemente a diario.
ResponderEliminarLos chicos creen que son emperadores y abusan además cuando pueden escudarse en un "diagnóstico", y tristemente los padres caen por sentimiento de culpa y a la vez les dan las armas para que ellos abusen sin considerar que sus padres o personas responsables lo hacen de manera generosa y amorosa y por a la vez merecen respeto, agradecimiento y sobre todo consideración!
Gracias por hablar de este tema que es tan importante, sobre todo para los padres que deben poner límites a sus hijos a pesar de rotulo que tiene su enfermedad mental
Saludos
Te agradezco tu comentario.
ResponderEliminarEs más difícil conseguir cambios para las familias de pacientes hombres más que de mujeres, esta vez, me di tiempo para referirme a esta problemática, aunque me desagrada destacar lo que más bien pareciera una queja, que una ayuda para todos, pero ahora puedo agregar, qué muchos padres han entendido la importancia de considerar que también el cambio se logra cuando "empieza en ellos" no con la rabia de por medio sino con la autoridad que corresponde, el paciente necesita sentir firmeza en las decisiones más que dudas o debilidades.