De la inteligencia calificada por un estamento educacional y del valor agregado social, que cada día toma más peso al ser una persona profesional, yo esbozo una suave sonrisa, porque en mi caso estoy siempre expuesta a la misma pregunta ¿Cuál es su profesión?
Una de mis características más notables de mi desarrollo escolar, fue la falta de alcanzar concentración y dedicación al estudio básico de las materias, sin embargo mis más altas calificaciones fueron en Conducta, Modales y Cortesía, Presentación Personal y gran espíritu de Cooperación.
Quiénes no hemos alcanzado a ser calificados por un medio educacional, como persona apta para desempeñarse dentro de un trabajo en la sociedad y en relación a una especialidad, se ha transformado en una descalificación injusta dentro del medio social en el que algunos nos desenvolvemos, tomando, muchas veces, poder negativo en relación a la autovaloración y afectando en el menoscabo moral de una persona.
Para muchos pacientes no nos es fácil la aceptación de nosotros mismos como persona y no por algo específico, sino, principalmente por el juicio externo que se hace de nosotros, teniendo en cuenta que socialmente se mide al otro, más que por el valor humano, independiente de los episodios no elegidos de esta enfermedad, por lo qué nos pueda representar o no representar un título.
Son muchos los casos de pacientes que no se recuperan de sus síntomas de bipolaridad, por la constante presión del "tienes que estudiar, tienes que sacar una profesión", conozco el caso de Marite quien no ha podido terminar 6 carreras universitarias, sus esfuerzos terminan siempre en crisis, sin embargo cuando se recupera, insiste en empezar a estudiar una nueva materia, porque no es ella quien toma sus propias decisiones para alcanzar sus "perspectivas" de vida, sino es la obligación de responder a las "expectativas" de sus padres, quienes comúnmente proyectan su realización personal a través del éxito de los hijos, sin tomar en cuenta qué esta condición bipolar, aún aportando una capacidad innata de inteligencia, ante la presión externa nos impide que fluya como inteligencia, basta que nos impongan lo inesperado, para que nos irritemos o internamente ante el rigor temblemos, sintiéndonos perdidos en el derecho a la libertad y a la integridad correspondiente de estar seguros, por sí mismos, de lo que es correcto.
En mi caso, la manera de actuar o de expresarme de manera verbal o escrita, hace que las personas se hagan una imagen equivocada en relación a que soy poseedora de un alto nivel profesional, incluso, no ha faltado algún connotado especialista que a través de su asistente, se haya interesado por a hacer publicaciones en conjunto, pero al enterarse que no poseo ése título profesional que ésa persona asoció a mi discernimiento, experiencia y claridad mental, el valor de mi tan buena formación ética y espíritu solidario, pierde el brillo que en algún momento le interesó.
Insto a las personas que experimentan bipolaridad, a considerar qué teniendo sus dos manos, es suficiente para incursionar en lo que nunca antes hemos elaborado y a la vez, comprobar que solo necesitamos de la condición innata de los cinco sentidos y la propia esencia como ser humano, para el desarrollo del propio entendimiento y supervivencia.
No pierdas por ti mismo el respeto.
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