Conozco un caso de una persona tratada como paciente bipolar quien comprobó con otra opinión médica que no lo es, esa misma persona asistió por mucho tiempo a las reuniones de los días Lunes en el grupo de Autoayuda para pacientes Bipolares y después de saber que sus síntomas no tenían relación con la bipolaridad, seguimos en contacto.
La única diferencia que tiene Priscila con el diagnóstico es que no sufre de crisis maníaca, pero finalmente coincide su personalidad con lo que tenemos que aprender a superar y controlar la mayoría de las personas.
Muchos reconocen que todos tenemos bipolaridad no desarrollada y no están lejos de lo cierto, tratándose de que todos fluctúamos entre la alegría y la tristeza.
En el caso de Priscila, su personalidad más bien es exagerada en un sentido de superioridad, ése ha sido el factor de mayor complicación para ella misma, principalmente porque no es fácil darse cuenta cómo corregirse así misma, con mayor razón cuando los demás destacan su manera de actuar como un defecto.
Su comportamiento en general es más bien impetuoso, vanidoso, de queja y disconformidad, lo que crea relaciones familiares y sociales complejas, pero es curioso el cambio que logra al reconocerle sus cualidades de inteligencia y persona educada; entonces viene el cambio, ella sabe escuchar, respondiendo con respeto y gratitud.
A veces, no sabría decir si somos como somos, de acuerdo al trato que recibimos o es porque a todos nos pasa que nos es tan necesario sentirnos queridos.
Priscila ha puesto voluntad para cambiar, entiende que para que las cosas cambien uno tiene que cambiar y el más importante cambio es que está aprendiendo a escuchar y a interesarse más que en ella en los demás.
Cuando quieras ayudar a alguien, no olvides destacar sus cualidades.
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