A veces, imagino cómo si mis pensamientos fueran un cuarto pequeño, con una estrecha ventana, donde acumulo cosas y cosas, sin darme cuenta que la mayoría de ellas, no las ocupo ni necesito.
Y, si alguna vez alguien pudiera hacerme ver el desorden, me molesto, por que es más fácil molestarme que detenerme en saber si ese alguien, tiene una buena razón en lo que está diciendo.
En ese cuarto que estoy imaginando como si fueran mis pensamientos, cuando busco algo, no lo encuentro y cuando lo encuentro, ya he vuelto a desordenar más aún el desorden, en el que creo pensar que solo yo, entiendo.
Más que luz en este cuarto donde en este instante imaginariamente estoy viviendo, hay más sombras que luces y es muy propio que sea cierto, porque lo primero que no he hecho, ordenar mi pensamiento.
Todo lo que he dibujado en estas líneas, es porque cada vez que pienso en la fatalidad que el mundo está viviendo, me sumerjo entre sombras y miedos, por algo que existe, pero qué sacándole de mi mente, me alivia, porque aun nadie puede determinar la solución para lo que está ocurriendo.
Después de vivir luchando contra fantasmas delirantes, hoy no quiero vivir de la incertidumbre, porque éso me quita la paz, lavaré mis manos, usaré guantes y mascarillas, mantendré distancia, elevaré plegarias por la humanidad, pero no puedo dejar de abrir la ventana de ese cuarto oscuro de mis pensamientos absurdos, que me impiden vivir la felicidad de tener donde dormir y tener a quienes amar.
Haz lo correcto y goza de todo lo que no te hace padecer.
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