... Faltan pocas horas para despertar a un nuevo año y para mirarnos a sí mismo con los desafíos cumplidos, para felicitarnos de no habernos abandonados a la desdicha y de saber que aún en la confusión, existe un rayo de luz que nos aparta del miedo y la equivocación.
No hay otra manera de mirar la vida, que renovando los propios sentimientos que nos han hecho padecer, comprendernos más que esperar ser comprendidos y nunca dejar de mirar el cielo con sol o sin el.
Gracias a quien haya pasado confiando en esta página, pero ante todo gracias a Dios, por lo que nace en mi de su buen espíritu.
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