domingo, 10 de noviembre de 2019

Respira.


Practicar constantemente una respiración profunda y exhalar lento por la nariz,  permite la oxigenación de todos los órganos del  cuerpo y nos ayuda a tranquilizar el pensamiento o la posible angustia.

Para una mejor concentración es mejor practicarlo con los ojos cerrados. Si lo pruebas y te hace bien, regálaselo a otros. 

Este ejercicio en un principio se debe practicar por 3 veces de manera continua, se descansa y se repite hasta hacerlo como algo propio.


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