En otro artículo me referí a más silencios menos televisión y no fue un juego de palabras ni querer llamar la atención, pero hoy me digo, no está demás detenerme en plantearme a mi misma la influencia de la televisión y también del silencio que despierta las respuestas en la intuición y la percepción
Menos televisión porque toda información que ingresa a la psiquis entra en ella y queda para siempre, transformándose en una información sin haber sido ni siquiera procesada y que en algún momento puede ser estímulo de reacción, la televisión tiene el poder de un imán, atrae sin necesidad de poner atención, en apariencia es entretención o un informativo, pero no puede ser ni lo uno ni lo otro, una fuente sugerente, basada en mensajes muchas veces subliminales, que traspasa la mente y finalmente se vuelve más que un aporte, una manipulación.
El vehiculo para que la enfermedad bipolar se vuelva reactiva, es el miedo y aunque creamos haberlo superado, la reacción psíquica no pide permiso para terminar en una descompensación.
Nuestro cerebro consume sin conciencia ni aviso y mientras lo reconozcamos, podemos afirmarnos en las propias convicciones, que finalmente es lo que nos hace libres de aprensiones y de riesgos que nos causen desequilibrio del ánimo.
De una crisis que nos ha llevado a perder la cordura, hasta haber alcanzado a reconocer el poder que tiene el miedo en esta enfermedad, incluso muchas veces infundado, es lo que enseña a no detenernos en lo extraño, a cerrar los ojos ante lo que nos pueda descolocar y a salvarnos de la provocación.
Al fin de cuentas, servirá hacer profunda conciencia para reconocer lo que son nuestros sentidos, lo más sensitivo de nosotros mismos, motor de nuestras reacciones positivas o negativas, los que no tienen relación con la lógica, sino con el alma y el espíritu.
Quien puede asegurar que la existencia humana, inicialmente vive de lo que se siente, puede cuidar de cultivar lo bueno y puro.
No hay mejor aprendizaje, que atender a lo que se concluye desde el propio silencio.
Es dificil enfrentarse al silencio,al principio extrañas el ruido;esa compañia y quiza un estimulo que te ayuda a olvidar un poco tus problemas .El silencio te obliga a verlos a la cara y sino sabes encontrarte con el ...y solo dejar pasar los pensamientos ,sin identificarte con ellos.
ResponderEliminarGracias Carla, me motiva tu apreciación, para darme a entender desde otro punto de vista; cuando hablo de encontrar en el silencio las propias respuestas, no me refiero al vacío aquel de desconectarse de la realidad, sino de dialogar con nuestro mundo interior, en busca de lo óptimo que surge y vive en uno mismo.
ResponderEliminarTal vez no pueda darme entender de una manera didáctica, pero te sugiero entrar a investigar, como la psiquiatría y psicología ven este diálogo interno, como un aporte a la confianza en sí mismo.
A veces basta una información básica, para ir poco a poco, descubriendo lo que es único en cada uno, el mundo interior.
Creo,que si el dialogo interno no es bueno ,por ejemplo es extremadamente critico y autoexigente ;es complicado ir en su busqueda .Aprender a consolarse , ser nuestro mejor amigo y amarse incondicionalmente ;creo es necesario para adherir a ese dialogo de manera constructiva y no evadirlo
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