Quien conoce bien qué es una plegaria, es quien sabe que no
todo depende de su proceder.
La diferencia entre el saber e ignorar está en el interés y la apatía.
La diferencia entre el saber e ignorar está en el interés y la apatía.
Decir yo creo o creí, no es tener la certeza para decir por
cierto, ciertamente o es verdad.
El tiempo como el respeto no tiene edad.
La experiencia propia es una enseñanza tan significativa
como la equivocación.
Quien no se abre a aceptarse a sí mismo difícilmente
aceptará a otro.
Lo más desconocido de uno mismo se conoce a través de un
lápiz y un papel.
Lo bueno que vive en ti es más que luz propia es el sustento
de confiar que nada lo cambia.
Lo que no tengo puede ser que no lo necesito o no me lo
merezco.
Cuando no se deja un espacio para darse cuenta que es lo que
uno siente, no se puede llegar a pensar correctamente.
La reflexión hace posible entender lo que no se entiende.
Las elecciones personales permiten conectarse con la
libertad, lo que hace posible inclinarme mas qué por el amor, por la honestidad.
Así como Dios me da sin pedirle, sabe lo que doy y no doy y
lo que recibo y no recibo.
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