En otoño y primavera los cambios de ánimo
están propensos a la depresión, irritabilidad y suicidios.
Una de las razones que ha descubierto la ciencia, de esta descompensación del ánimo en éstas estaciones del año, se dice que es una causa provocada por el cerebro, quien reacciona en busca de su equilibrio químico, por el cambio en
relación a la luz.
Es importante no solo saber o tener
conocimiento de cómo nos vemos afectados por este fenómeno, sino estar alertas
a que los síntomas requieren de supervisión médica, de nuevos métodos de auto
cuidados y “principalmente de ponernos en acción”.
Uno de las necesidades básicas, para
sobrellevar los desequilibrios es saber qué nos puede ayudar en los estados
bajo de ánimo, una de las sugerencias médicas más sencillas y eficaces, será
buscar el contacto con los rayos del sol y “salir a caminar", la ciencia
ha descubierto como es que este tan sencillo aporte nos ayuda al equilibrio del
ánimo. (Media hora de ida y media hora de regreso, puede ser suficiente)
Las confusiones o miedos que crecen como
mala yerba, cunden más cuando "rumiamos lo que mal pensamos" y “peor
aún si no somos capaz de compartir lo que pensamos”, lo que comúnmente tiene
relación con la realidad, pero la enfermedad, nos convence e induce a callar,
creyendo que seremos juzgado; siendo una
alteración de la enfermedad, tenemos que trabajar para no hacernos cómplices de
ella.
El mutismo impuesto por este trastorno,
puede llevarnos a tomar medidas equivocadas, es por eso la importancia de
reconocer en nosotros mismos, que estas características tan evidentes de la bipolaridad,
debemos conversarlas con los cercanos, para que nos comprendan y nos ayuden a
sobrellevar estos episodios que no tienen que ver ni con la personalidad, como
tampoco con un capricho, sino hacer saber lo que se siente, para no vivirlo
como si fuera un pecado sentir miedo, sino que estamos
viviendo un episodio "normal " dentro de la enfermedad por una de las estaciones del año,
otoño o primavera, las que influyen de manera dominante en activar el trastorno
afectivo bipolar.
Cada vez que sientas temor de lo que
piensas, busca a alguien que antes te haya dado confianza y confidencia lo que
estás elucubrando, es decir, imaginando sin mucho fundamento en tu mente, para
que te ayude a concentrarte con la realidad, es una buena manera para que se espanten,
así de real, revelar hablando lo que nos aflige, permite que los pájaros imaginarios que nos picotean con ideas
chifladas y que tantas veces nos hacen sentir que alguien o nosotros mismos somos de algo culpables, nos dejen en paz.
Los hechos que nos apremian pueden haber ocurrido, pero no
de la manera que la enfermedad la genera en nuestra imaginación enfermiza.
Escribe para desahogarte cualquier idea que te parezca secreta, volcandolo en el papel no crece, más bien sacandolo fuera se diluirá, no guardes lo que te
paralice, expresarse permite salir de
ese absurdo de ver todo perdido, siendo que no es otra cosa que miedo imaginario.
No tengo religión alguna, pero
en mis momentos oscuros, siempre hay algo que me ayuda sin haberlo pedido, así fue que
dentro de la desesperación, algo me llevó a leer Salmo 27 y mi alma se iluminó.
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