Crecer o Padecer.

De haber sufrido algo inadmisible como es creer entenderlo todo, sentirse por primera vez con derecho a levantar la voz, para decir lo que parecería la misma verdad y luego despertar a una realidad que duraría para toda la vida, es una experiencia que de no ser capaz de aceptar que detrás de las circunstancias, no queda más que obedecer a quienes nos puedan ayudar, sin cuestionar lo que uno solo no puede mejorar, es una experiencia de vida que nos puede ofrecer crecer o padecer.

Además que no solo era necesario obedecer, sino abandonar toda cuota de egoísmo para que a quienes le importamos, no destruyan su tranquilidad por el pesar de vernos perdidos, indefensos y equivocados.

Hace poco a un "compañero de ruta" paciente bipolar, quien aún siendo un adulto joven, fueron sus padres quienes lo acompañaron a los encuentros de los días lunes en Psiquiatría del Hospital Salvador, no solo por ayudar a su hijo sino que por entender como relacionarse con él, finalmente se fueron convencido que mientras ellos confiaran en su hijo, el iba a responder.

Dentro de este año pregunté a Mario, de qué había servido asistir continuamente a conversar con sus pares y el reconoció que había puesto en practica la responsabilidad, creó su propio taller de trabajo en madera, aprendió a sacar los costos, logró satisfacción porque vendió su trabajo y aprendió a que su dinero no era para gastar sino que sigue siendo su capital... 

A veces, uno tiene la intención de apoyar y modestamente enseñar y termina aprendiendo de quien nos demuestra lo posible que es la superación.

Qué es Responsabilidad:

"Responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones, o el cuidado al tomar decisiones o realizar algo. La responsabilidad es también el hecho de ser responsable de alguien o de algo.

Responsabilidad, se utiliza también para referirse a la obligación de responder ante un hecho.

Procede del latín responsum, del verbo respondere, que a su vez se forma con el prefijo re-, que alude a la idea de repetición, de volver a atrás, y el verbo spondere, que significa "prometer", "obligarse" o "comprometerse"

Prometerse, obligarse o comprometerse permite darse cuenta, que nadie más que uno mismo, es dueño de cobrar fuerzas para que vuelva a brillar la propia estrella.