El diagnostico bipolar, es más que una aparente simple opinión médica,
es el principio de aceptar y entender que sin seguir las indicaciones médicas, no
solo nosotros como afectados saldremos perjudicados, sino todos quienes nos
rodean, hay pacientes que se niegan al tratamiento, lo que le impide saber distinguir cuál
es su propia realidad, el estado de hipomanía, lo confunde, haciéndole creer que su manera de actuar es su verdadera
personalidad y por lo mismo abandonan el tratamiento, porque según la persona, los
estabilizadores del ánimo lo sacan del optimismo, sin darse cuenta que esa
manera de actuar, “de sentirse ser el alma de la fiesta”, es un estado enfermizo.
Los cambios bruscos de conducta en una persona es un síntoma
que fácilmente podemos asociarlo con las características de una bipolaridad; al
entusiasmo desmedido con el que a veces funciona el paciente, sin darse cuenta de si hace
bien o mal, en medicina se le denomina “hipomanía”.
Los delirios de grandeza, el creer tener todo bajo control,
no reconocer la manera de cómo poner límites, vivir riesgos, involucrarse en
situaciones inapropiadas, el peligro de los impulsos de despilfarrar dinero,
son algunos de los motivos que hacen qué esta enfermedad necesite de un “freno
de mano” que no sea el de tomar el tratamiento con rechazo, sino obedecer a lo que
dicte el médico-psiquiatra, ojalá especialista en bipolaridad y para que luego de
algunos meses, "saber que no somos más que un mortal más".
No existe status, relaciones sociales, admiración, que nos salven de la tremenda equivocación a la que nos llevan los síntomas de la bipolaridad.
Busca ayuda en quien tu confíes y recurre a un especialista que te diagnostique, no temas, alégrate que tu vida puede cambiar, es un médico quien puede determinar porqué pasa por ti lo que pasa, siempre y cuando tú aceptes dejar de darle poder a la fantasía y además de comprender que la intranquilidad no solo existe en el enfermo, sino también la viven quienes lo acompañan en su vida diaria.
No existe status, relaciones sociales, admiración, que nos salven de la tremenda equivocación a la que nos llevan los síntomas de la bipolaridad.
Busca ayuda en quien tu confíes y recurre a un especialista que te diagnostique, no temas, alégrate que tu vida puede cambiar, es un médico quien puede determinar porqué pasa por ti lo que pasa, siempre y cuando tú aceptes dejar de darle poder a la fantasía y además de comprender que la intranquilidad no solo existe en el enfermo, sino también la viven quienes lo acompañan en su vida diaria.
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