En una crisis es cuando más se agudiza la problemática de la
enfermedad bipolar y es porque la familia solo ve los síntomas de la
enfermedad, olvidando los gustos, las habilidades, la inteligencia, lo capaz o
las buenas intenciones del paciente.
Es necesario separar las conductas aparentemente sin rumbo definido que
demuestre la persona, porque no es lo verdaderamente cierto.
Más que tratarle como un enfermo, la persona calmara sus
miedos, cuando lo traten como un niño indefenso.
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