Una mamá de
un chico adolescente no sabía qué hacer, su hijo fue diagnosticado con
bipolaridad, los síntomas la asustan y piensa que ella debe ver psiquiatra para
sostener esta situación desconocida.
Y lo cierto es
que existe un camino útil y práctico, lo primero es callar, “no abordar al
paciente gritándole de ¡dónde sacaste decir eso!, ¡hasta cuándo! y el siempre
inoportuno, qué sientes ¡¡¡ahora!!!”
Los gritos
no hacen más que poner nervioso y alterar al enfermo, el descontrol es producto
de la irritabilidad, propio del dominio de esta enfermedad, que no permite actuar a la persona de manera normal, alejando de la realidad común al enfermo, el
paciente cambia sus conductas porque en su mente tiene pensamientos que no entiende si son verdaderos o
falsos.
Esta mamá dijo
que tenía la intención de no darle las pastillas, porque a ella la angustiaba subir
las dosis, "eso sería un error", es cierto que el tratamiento para una crisis es
más intenso y cambia nuestro comportamiento incluso corporal, pero hay que
saber que eso es normal dentro del proceso necesario para el equilibrio...
Su hijo después de estar en un estado de euforia, es decir de ánimo exaltado, donde se habla
más de la cuenta, pasó a una depresión, una tristeza enfermiza, siendo este cambio fiel
reflejo del diagnóstico bipolar, el que se presenta en dos manifestaciones
distintas del ánimo, uno de exaltación y otro de un desánimo profundo; Claudia se
asusta de ver a su hijo solo durmiendo, le angustia subir las dosis, pero él está en
control con un especialista en bipolaridad, entonces, es necesario no
cuestionar las indicaciones del médico.
Nada se
puede opinar cuando desconocemos una enfermedad del ánimo, lo más perjudicial
es tomar decisiones contrarias a las del médico tratante.
Esta madre
me comentó que ella tiene aprensión con
los medicamentos, porque han probado muchos con su hijo y ha tenido malas
experiencias.
Está
comprobado que para encontrar el tratamiento que necesita el paciente, a veces, se llega a consultar varios
psiquiatras, lo necesario para la bipolaridad es que el paciente sea estudiado por un especialista en enfermedades del ánimo, en especial entendido en bipolaridad.
Terminé haciéndole una lista básica a Claudia, pensando en que además de las indicaciones médicas, la experiencia habla de lo que también nos hace bien.
Ventile y ordene la habitación por las mañanas.
Ayude a hacer aseo al paciente si está desanimado. Lleve un tiesto con agua tibia hasta la pieza y toallita para animarlo .
Ponga flores en su pieza, cambie todos los días el agua.
Sin insistencia invítelo a consumir agua fresca o jugos naturales.
Ensaladas de frutas, sopas y lo que disfrute el paciente por comer.
No pregunte como se siente, guarde silencio.
Acompáñelo sin observarlo.
Escúchelo y responda con un "Todo pasará, porque todo cambia"
Mantener en silencio la casa, no discutir, no sentirse culpables.
Música Relajante de Mozart en bajo volumen.
Si son creyentes hacer siempre Padrenuestro.
Claudia escribió y dijo he seguido sus consejos, hemos guardado silencio, hasta el no preguntarle a cada rato como está, ha servido mucho.