miércoles, 29 de agosto de 2018

Cultivando


Después de hacer un cuestionamiento del cómo se complica la enfermedad para el paciente y su grupo familiar, se presentó la oportunidad de conversar con otro paciente, quien experimenta lo mismo que no es fácil de poder entender para los demás, el por qué dejar los medicamentos.


Esta persona dice observarse, empeñarse en cumplir con lo que sabe que es mejor para él como para su familia y sus amigos, pero es imposible llegar a alcanzar los buenos propósitos, siempre se diluyen sus buenas intenciones, entre eso, el no tomar continuamente los medicamentos, siente como si un ángel bueno le mostrara que sí puede y un ángel negro, que no es cierto que concretará lo que se propone y es esa voz interna negativa quien por años lo domina.


Darnos cuenta que hay dos señales que se apropian de nuestra existencia, tomando más poder lo negativo en la enfermedad bipolar, es motivo para reconocernos que no sólo somos razón y emoción, sino también seres espirituales.


Y de creerlo o no es algo personal, lo que vale es la experiencia misma esa voz interna cierta, casi imposible de explicar. Siendo lo más sencillo de entender, que lo que habita y nos da energía o nos apaga la vida, es algo que obedece al propio buen o mal espíritu.


Ser espiritual se piensa que son aquellas personas que siguen una religión,  aquellos que buscan un espacio para cultivar una manera de aproximarse a una comunión personal en silencio con su propio mundo espiritual, observante de su capacidad de obediencia, humanidad, compasión.


 Quienes no rinden culto de esa manera, anulan su reconocimiento a esta realidad interna de todo ser humano y la confusión es mayor, porque no somos capaces de ir en la búsqueda del auto-conocimiento y ante lo desconocido, preferimos escapar de lo que no entendemos, dejando libremente nuestro mundo espiritual sin compromiso personal, en nuestro caso, muchos abandonando el tratamiento y corriendo infinidad de riesgos; pero hemos de considerar  que existen variadas maneras de alimentar el propio mundo espiritual y no solo alimentarlo sino descubrirlo,  el silencio es una fuente de conocimiento personal, que no está en los demás como tampoco en los libros.


Para acercarnos a lo bueno, es necesario apartarnos de todo aquello que trastoca el sano juicio, lo que nos apague la conciencia, impida la observación de nuestros propios actos, y lo más importante "nos impida diferenciar lo bueno de lo malo".


Proceso que en nuestro caso en principio se aclara con el tratamiento de los medicamentos.

Puedo mostrar mi interpretación de aquello que en otros veo, pero no puedo dejar de compartir lo que es mi verdad, caminar reflexionando sobre el   Padrenuestro. 



"Padre Nuestro, que estás en los Cielos,
Santificado sea Tu Nombre,
Venga a nosotros Tu Reino,
Hágase Tu Voluntad,
así en la tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy,
y perdona nuestras ofensas,
así como nosotros perdonamos a quiénes nos ofenden,
y no nos dejes caer en la tentación,
mas líbranos del mal. Amén." 

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