Ningún paciente con diagnóstico bipolar, debería abandonar el
tratamiento porque tarde o temprano tendrá que aceptarlo, esta enfermedad que
se presenta a través de impulsos descontrolados, solo se puede controlar con
los químicos denominados estabilizadores del ánimo.
Mientras más cumplimiento con el tratamiento menos bipolaridad,
“la peor decisión es pensar que si nos sentimos bien es porque ya nos mejoramos”…
a veces, no vale ni siquiera insistir que eso es una real equivocación en alguien que lo piensa así, porque es tal
el convencimiento que no necesita medicamento, que solo la experiencia de
una nueva recaída, puede demostrarle lo contrario.
Así me comentaba hoy una paciente quien recogió comentarios
de este Blog, ella abandonó el tratamiento y se propuso superar sus desequilibrios
haciendo mucho ejercicio, por mucho tiempo creyó superar sus síntomas y no fue
así.
Es así como nace la necesidad de investigar, pero más que
eso de aceptar que es una realidad, es una realidad que solo por desconocimiento,
es más crítico admitir que somos uno más de los vulnerables que es lo que nos lleva a
esta afección del ánimo y que aún causándonos mucho dolor, curiosamente también nos hace poseedores de
una condición de excepción que a uno mismo lo sorprende, con un entendimiento y
percepción que nos permite desarrollarnos en todas la áreas.
Esta enfermedad nos puede arrastrar por pasajes oscuros,
pero a pesar de eso, nada impide que la
experiencia se transforme en una enseñanza.
Quién se cierra a mirarse y aceptarse a sí mismo deja de evolucionar.
Quién se cierra a mirarse y aceptarse a sí mismo deja de evolucionar.
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