jueves, 12 de abril de 2018

Enseñanzas


El conflicto más serio que se crea con quien tiene la enfermedad bipolar, es cuando la persona no reconoce ni acepta el diagnóstico en él y decide no seguir el tratamiento y además consume drogas y alcohol.

Poner eso, por encima de un trastorno del ánimo, es fundir la propia vida como paciente, dejándolo fuera de su realidad de vida, apartándose del amor de quienes lo quieren y de la posibilidad de amar y hacer feliz a los suyos también, la bipolaridad con tratamiento no impide vivir la vida como los demás o como uno sueña.

Comúnmente son los varones que pierden su norte, que se sienten defraudados de ellos mismos, siendo que como seres humanos, todos estamos expuestos no solo a que nos ocurra esto, sino otros dolores que al final de la vida, reconocemos que no son más que enseñanzas.

Muchas familias se sienten culpables de no haber salvado la idea de esa libertad mal entendida del paciente, que se va de casa, pensando que no lo vean desvalido y al final de cuentas, afuera no consigue nada más que actuar sin conocimiento de causa, de terminar no sabiendo si fue buena o mala su decisión, ni haber sabido nunca de las lágrimas de dolor que nunca se han apartado de toda su familia.

Amarse a sí mismo es amarse con enfermedades, defectos y virtudes. 


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