Escuchaba a varios consejeros de cómo manejar las emociones y hablaban de cómo creemos que a veces necesitamos experimentar el dolor para poder conocer la felicidad, las recetas nunca calzan para todos porque experimentamos y sentimos diferente, por mi parte no fue el dolor que permitió conocer la felicidad, fue la fe en Dios que ha permitido recuperar la felicidad y conocer la paz.
Para quienes hemos recibido respuestas de Dios, incluso materializandose y permitiendo que lo peor no sea tan peor, podemos revelar, confesar, compartir cómo es que sin lección alguna, sin religión, el Espíritu de Dios nos hace decir las palabras precisas para calmar esos momentos, donde pareciera que nada está a favor de nuestra necesidad de compasión, clemencia, misericordia.
Si quiere inundarte de la paz: Cierra tus ojos, poniendo la palma de tu mano derecha en tu alma, para decir:
Señor Dame Tu Paz/Señor Dame Tu Paz/Señor Dame Tu Paz.
Hola Susana.
ResponderEliminarGracias, gracias por hablar de Dios, a mí me sucede igual, me acerco a Él, le pido su misericordia y me quedo a su lado.
Para muchos esto es una "locura", pero yo toda mi vida he encontrado paz en Él, en su presencia, en su amor, en su infinita misericordia.
De verdad que no sé qué sería mi vida sin creer en Él.
Dios siempre el principio de todo lo bueno, quien no lo ha descubierto, es por el poder que toma en la persona la soberbia...
ResponderEliminar..."Popularmente, se llama también soberbia a la rabia o al enfado que muestra una persona de manera exagerada ante una contrariedad"
Es necesario soltar todo aquello que nos hace padecer, para conocer la paz y el silencio de Dios Padre.