En el Día Mundial del Cerebro se
realizó un Conversatorio sobre “Prevención Y Tratamiento De La Depresión” Con el experto en Psiquiatría infantil William Beardslee profesor e investigador de
Harvard, la organización estuvo a cargo de la Unidad Científico Docente del
Instituto Psiquiátrico y la Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo
Ibáñez. El académico planteó la importancia de potenciar un modelo preventivo,
tal como se hace en el resto de las áreas de la salud.
“Hay que pensar en estas
enfermedades de la misma manera en que pensamos en enfermedades crónicas, un
claro ejemplo de las ventajas de prevenir, las enfermedades
de corazón, en donde la salud pública ha realizado esfuerzos preventivos en
lugar de esperar que la población tenga infartos, por lo que deberíamos pensar
lo mismos en términos psiquiátricos”, señaló Beardslee.
El experto en esta enfermedad del
ánimo, manifestó cómo los estudios dejan evidencia que la depresión se
transmite entre padres e hijos y de lo importante y necesario que es realizar dinámicas
en conjunto.
El Dr. Beardslee se
refirió a lo importante que seguirá siendo por siempre el núcleo familiar, un
padre y una madre dijo, “siempre serán formadores de sus hijos” y también
pueden serlo en relación a considerar el beneficio de dialogar en familia sobre
el porqué de la depresión.
Como ejemplo queda demostrado que a pesar de la depresión, "una madre hizo un buen desarrollo de madre, siendo el principio de su naturaleza no dañar a su hijo".
De los estudios que ha
realizado en conjunto con su equipo de profesionales en distintos hemisferios
del planeta África, India, Latinoamérica u otros, no existe un comportamiento diferente
en quien padece de depresión, la conducta es la misma en cualquier lugar del
mundo.
Este prestigioso
médico-psiquiatra se refirió a la necesidad que los estamentos de salud, no
sólo pongan énfasis en el tratamiento de medicamentos de un paciente, si no que consideren
el beneficio de unir a esa atención, un
apoyo de orientación, de integración a resolver en conjunto el dolor de un
familiar.
Las experiencias
desarrolladas les han demostrado lo significativo que es "revisar la historia de
vida entre padres e hijos, incluyendo la de los antepasados de cada familia", con el
propósito de lograr una mirada más ecuánime de lo que sucede a la persona
depresiva.
La depresión es una
manifestación que se repite por generaciones, la dedicación y estudio del Dr.
Beardslee demuestra lo efectivo que ha sido motivar al paciente y a la familia
a “no esconder, no callar ni aislar a quien padece de depresión”, al integrar el
tema en la convivencia familiar como algo dentro de la normalidad, es una manera
de mejorar un síntoma que pareciera sin solución; incluir a los hijos desde la
niñez en la historia del dolor que afecta a alguien de la familia, permite
integrarlos a mirar el estado depresivo, como un estado que tiene un significado y no un mal sin solución, el que al compartirlo en familia puede cambiar.
De los objetivos del estudio a cumplir en integrar a niños y adultos, dice que se puede
lograr prevenir en un 20 a 25 % de prevención en quienes se pudiesen ver
afectados de la misma manera al compartir con una persona con depresión.
Como prevención también está considerado que la familia se reúna a compartir música clásica, docta, arte, religión, honrar a los niños como padres y respetarlos, hablar sobre lo que le pasa al enfermo, capacidad de pasarlo bien en conjunto, leer libro sobre qué pasa con la depresión y en lo posible apoyo médico.
Cifras importantes que
impiden el riesgo de un trastorno del ánimo, favoreciendo a niños en quienes se logró la
capacidad de sobreponerse en el futuro a esos estados y a no vivirlos como si
fuese su propio dolor, compartir mirando el sufrimiento como parte de un motivo
real, permite conectarse con el camino de la resiliencia, es decir superar la
adversidad, la resiliencia es una aptitud que podemos conseguir como uno de los
propósitos básicos de nuestra existencia, lograr vivir con fortaleza por un futuro mejor.
El Dr. Beardslee se detuvo en la necesidad de considerar de la misma manera a padres y madres solteros, quienes necesitan igualmente apoyo y orientación en la crianza de sus hijos.
Aún considerándose la depresión como biológica, es más significativo que éso, la conversación compartida sobre la depresión, la reflexión, sacar la culpa, siendo posible la sanación.
"El cuidado de los niños es la piedra angular más que la genética", la formación de la fortaleza en los
niños es fundamental, ayudarle en su comprensión, ante los estados depresivos del adulto, como también en la comprensión para sí mismo.
Nunca es tarde para aprender a vivir.
Susana Rodríguez Hidalgo
Monitora
Grupo de Autoayuda Pacientes Bipolares y Depresivos
En Psiquiatría Hospital del Salvador