Se acerca Navidad y se acerca ese portal de sentimientos que
nos despierta a la humildad, gratitud y a desear que cada uno de nosotros
alcance la paz.
Si no crees en Jesús Hijo de Dios, no te incomodes nunca por
eso, porque todo lo bueno que hay en ti es reflejo de ese Ser Superior, que es
tu propio buen espíritu también.
Que en este nuevo empezar sumes lo que te haga feliz, para
que vayamos olvidando lo que nos causa pesar.
Y que en esta Navidad, se renueve todo aquello que alimenta, segundo a segundo, de tranquilidad nuestros espíritus.
Un abrazo de paz, para cada uno de quienes, aún sin habernos visto
nuestras miradas, somos capaces de entendernos a través del alma.
Sinceramente, Susana
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