Uno de los factores que nos puede servir para entender mejor, es poner atención a lo que se nos dice, saber escuchar nos permite evaluar mejor los comentarios, conocer las intenciones de las otras personas y saber cuándo merece la pena responder o callar.
Generalmente mientras el interlocutor habla, nosotros vamos acotando comentarios, que nos impiden saber hasta dónde quería llegar el otro con su opinión.
Es propio por ejemplo que cuando nos quieran ayudar para sobrellevar mejor los días, fuera del tratamiento, hagamos acotaciones que difícilmente vamos a cumplir, una buena sugerencia siempre será que salgamos a caminar y es algo que de seguro debemos aplicar, es una sugerencia favorable y efectiva y comprobada científicamente, que activa una hormona que nos provoca vitalidad, pero las respuestas que damos, muchas veces ni siquiera nos hacen tomar decisiones de acuerdo a lo recomendado, sino a responder a través de nuestros impulsos.
Si se nos dice: camine todos los días, comúnmente la respuesta es: ¡no! voy a ir al gimnasio... Es así como nos vamos postergando y toma más poder nuestro carácter, que acatar lo que se nos sugiere para mejorar
Para salir del tedio, lo primero será no esperar que los demás nos comprendan, nos dejen hacer lo que queramos, seguir convencidos que del actual panorama no hay más, por eso que la bipolaridad no es culpa de todas las conductas del paciente, influye el ego, el orgullo, el amor herido y la soberbia personal.
El sentirnos víctimas de lo que nos pasa, a veces, es una posición cómoda, nos sentamos a mirar cómo pasa la vida y que sean otros que se molesten o se esfuercen por ella, porque el enfermo que no siempre está enfermo, sabe que tiene todo para que lo atiendan.
Lo básico para recuperarse de los días de fragilidad afectiva, es entender que la vida es cíclica y que para todo ser humano es igual, a veces, bien, a veces, mal; pensar que siempre nos tenga que ir bien, es vivir fuera de la realidad y que a todo nos tengan que decir sí, igualmente es no mirar con un criterio amplio lo que nos pasa, el fracaso nos sirve para empezar de nuevo y el éxito, cuando no lo sabemos llevar con honor sino que con orgullo, nos envanece, es por eso que más que vanidad nos engrandece la sensatez.
"La inteligencia y el sentido común se abren paso sin mayores artificios."
Goethe
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