Cuando los síntomas que nos molestan son reiterativos se debe informar al médico tratante, no es normal que el paciente viva con una constante paronoia, como explicaba hace poco alguien.
Siempre debemos comentar al médico las fantasías más absurdas que nos puedan ocurrir, "tenemos que confiar en el respeto del profesional" en la bipolaridad no hay pérdida de conciencia, por lo tanto podemos estar muy claros qué es síntoma de la enfermedad y qué es realidad.
Conozco pacientes que por años no se han atrevido a confesar alguna manía a los profesionales, padeciendo de inseguridad, temor innecesario y corriendo riesgos también, es común que a los pacientes les dé más confianza compartir sus dudas después de una reunión que declararlo a los profesionales.
Otro punto importante es que a veces las personas rebajan los medicamentos por su propia cuenta o no los consumen como corresponde, entonces también hay que considerar la propia responsabilidad.
Si no hay cambios con un tratamiento probado por cierto tiempo, no está mal recurrir a otro especialista en bipolaridad, quien nos asista con nuevos medicamentos, es normal dentro de la investigación y cuidado del procedimiento, probar con cambios en relación a los estabilizadores del ánimo.
No debe conformarse el paciente con síntomas de confusión, porque los químicos hacen posible lograr la normalidad mental.
No está demás decir que junto con el aporte médico, la salud mental dependerá en gran parte de nuestras propias elecciones, principalmente en no exponerse a alteraciones emocionales.
"La conciencia sólo puede existir de una manera, y es teniendo conciencia
de que existe"
Jean Paul Sartre
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