Alguien
preguntó si había un algo que nos hiciera bien a todos por igual, lo que nos
hace bien a todos por igual es seguir el tratamiento, es aprender a
reconocer qué nos favorece o perjudica dentro de nuestros hábitos y
conductas, si bien es cierto son las características del diagnóstico que
crean la similitud de nuestras molestias, será la manera de sentir, de pensar,
de aceptación o fortaleza que hacen de las situaciones en general de vida,
que cada persona en sentido personal, viva de manera absolutamente diferente la
realidad de lo que le afecta.
Siendo un algo que nos agrupa por reacciones similares, queda demostrado que los seres humanos aún siendo semejantes, somos todos distintos, individuos únicos, lo que vendrá a definir en el cómo enfrentamos lo propio.
Es por eso que se hace tan necesario activar nuestra voluntad, humildad, respeto a sí mismo y el amor propio, herramientas valiosas para lograr entender qué es lo que nos lleva a debilitarnos y recaer en la enfermedad.
Es
por eso que no podemos decir "yo soy bipolar" porque no
somos
una especie que nos defina como iguales, la bipolaridad es una enfermedad que
se presenta cuando nos afectan hechos que tienen relación con algo que nos
disminuya, nos menoscabe, nos haga creer que todo está perdido u otro activador también puede ser la culpabilidad y tantos otros sinsabores que nos impiden superarnos a través de
nuestras propias buenas razones.
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