Es cierto que las experiencias personales, nos abren un mundo de opiniones, de seguridad, de verdades y también sirven para tener la posibilidad de aportar algo.
Escribió Oscar por su inquietud personal y la de su novia Camila también, con la intención de integrarse al grupo de los días Lunes y lo concretamos, la expectativa era de gran interés, saber como se entienden dos personas con un diagnostico igual, con una característica similar.
Lo primero que queda demostrado, que la bipolaridad no hace igual a las personas, la personalidad diferente de cada uno es lo que los llevó a unirse y a entender que el ser bipolar no los hace similares; como en todas las parejas uno es más calmo que otro, Camila como buena niña femenina es más frágil y Oscar como buen varón pasivo, silencioso, pero sintiendo lo que a ella le pueda afectar.
Ellos están empeñados en buscar orientación y mayor entendimiento a lo que les pueda hacer más compleja la relación.
Hasta ahora es el factor de irritabilidad que aporta la bipolaridad, que los lleva al análisis; lo conversan, se hacen saber que no deben dar valor a los impulsos que despiertan palabras desatinadas, características de la reacción de descontrol, que no tiene que ver con el amor ni con esa consideración que se palpa como verdadera y real.
Han pasado más de tres años de vida en común y siempre han estado a la espera de contraer matrimonio, los dos tienen una edad cercana a los treinta; es lindo escucharles, tienen una verdad en común que nos acerca a lo que todos anhelan algún día alcanzar, se proyectan con el mismo entusiasmo a sus anhelos, a mejorar el uno para el otro.
Ella como buena mujercita, aún mantiene esa fragilidad que la hace pensar que es producto de la sensibilidad bipolar, pero quienes ya pasamos por eso, decimos que debemos de dejar de potenciarnos en los dominios de la afección bipolar, no poner oído ni obedecer a lo que pueda hacernos sentir incapaz de ser uno mismo.
Muchas veces nos declaramos como "yo soy bipolar" y lo cierto es que nosotros somos personas con capacidad de tomar buenas y malas decisiones, con la misma capacidad para distinguir lo malo de lo bueno, con nuestros cinco sentidos más despiertos que otros, los que nos pueden ayudar a alcanzar a descubrir antes que las buenas razones, qué es lo conveniente.
Entonces con Camila y Oscar descubrimos que relacionarse con los pares en nuestras reuniones de los Lunes, más que estar para resolver conflictos en común, esta vez fue para entender que como cualquier ser humano si queremos crecer, tenemos que rodearnos de quienes han crecido; las enfermedades todas, son lo mas insignificante de la vida, la bipolaridad no mata la riqueza de nuestras facultades, más aún cuando se trata de hacer feliz a otro.
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