Alguien me dijo, cómo es qué, desde los 20 años que tengo alteraciones del ánimo y de tantas terapias recibidas, nunca me hicieron ver lo que he revisado hoy y con lo que no puedo negar que estoy de acuerdo.
Sí; hemos experimentado que a la enfermedad la activa la rabia, la frustración, el egoísmo y las expectativas no cumplidas, terapéutico puede ser darse cuenta, qué "observar el propio pensamiento" es hacer conciencia del por qué estoy molesto, la pasión muchas veces hace sentirse, equivocadamente, dueña de la verdad a la persona con bipolaridad, a veces, una información externa nos altera y nos provoca indignación y como desahogo usamos a quien menos le corresponde con un maltrato; la ligereza del pensamiento generalmente después nos conduce, incluso, al arrepentimiento.
Preguntarnos ¿en qué estoy pensando? es una buena manera de "elegir la propia realidad de vida" además de comprobar lo posible que es detener el descontrol al cambiar el pensamiento por algo placentero o por la reflexión.
Callar, cuando algo nos altera y a cambio hacer respiración, es alejar el pensamiento, la rabia, el miedo incluso el dolor.
Definitivamente para que cambien los hechos que nos ocurren, tendremos que estar atentos a cambiar nuestras propias acciones, las que nacen del "propio pensar"
La paciente tiene ahora casi 40 años de todo lo compartido, sólo le incomodó que yo hablara de Dios...
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