Una madre desesperada me llama por teléfono y me pide le ayude a entender que pasa con su hijo, no había duda que estaba en un estado desbordante de manía, después de hablarle de lo urgente que era una internación, me preguntó ¿hasta dónde puede llegar una manía?
Una manía no se detiene, nos puede llevar a lo mismo que llega un vehículo, en una pronunciada pendiente, con los frenos cortados.