Uno de los privilegios de vida que siempre me alienta en relación a la bipolaridad, es que no haya podido tocar en sentido negativo la maravillosa capacidad de reflexionar.
Sin profundizar sobre las propias causas de lo que pasó o puede volver a pasar, hubiese sido un algo fatal, la reflexión sigue siendo mi mejor discusión, de incomparable auténtica respuesta, fuente desde donde nace la próxima pregunta, que surge desde el silencio, para encontrar allí también una verdad desconocida y cierta; gracias a la medicina, a la psiquiatría, quien con su semillas también hace posible que vuelva a profundizar.
El mejor libro está en uno mismo.
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