Historias que se escriben sin punto a parte cuando las compartimos, ayer en la reunión de siempre, llegaron dos mamas buscando saber qué hacer, qué camino seguir, no en vano uno de los hijos lleva siete años con tratamiento y sigue aferrado al colchón, como dijo otro paciente que ha vivido la depresión.
La búsqueda se hace intensa, las repuestas se escapan y el núcleo familiar se altera, algo les aportamos, cada uno teniendo vidas tan distintas nos volvemos río de un sólo caudal, el que converge en una misma conclusión, pensando que pueda ayudar a acercarse a la verdad.
En la experiencia de cada uno está la convicción de siempre, que se debe buscar otra opinión y si no es esa sin buenos resultados otra será, pero nunca descansar en encontrar el tratamiento adecuado, pero más que eso, primero encontrar el diagnóstico que permita a la persona recibir los medicamentos apropiados.
La hija de Claudia, asistió a un médico que sin mayor análisis le dijo tienes bipolaridad, dejándole un tratamiento que no logra cambiar sus estados, dentro de sus relatos comentó que los síntomas de su hija son como los de una crisis de pánico, entonces podemos ver que existen tantas variantes en las enfermedades del ánimo que no siempre las características o los síntomas tienen que ver con una bipolaridad declarada.
María mamá de Carlos llegó más que nada para saber cómo tratar a su hijo, ella lo protege, lo atiende le demuestra amor y comprensión y por momentos piensa que no hace bien.
Nadie fue capaz de responder espontáneamente, claro, todos quienes asisten allí, hemos pasado por la necesidad aunque sea básica de amor, lo cierto que una depresión no reacciona a estímulo alguno, pero algo de bálsamo quedará para esa tristeza enferma que no cambia y se sumerge en la nada.
Carlos está diagnosticado como paciente bipolar, pero no mejora en años, al contrario esa depresión lo sumerge cada día más en la no reacción a la realidad, entonces, todos coincidimos que se debe de volver a cero y recurrir a un especialista para que revise qué pasa con los estados de ánimos de Carlos los que no varían en el tiempo y que pasan sus días fuera de la posibilidad de disfrutar de la familia, de desarrollarse como persona y profesional.
¿Quién es, pues, el creador y padre de este Universo? Difícil es encontrarlo; y cuando se ha encontrado, imposible hacer que la multitud lo conozca.
Platón.