La aceptación de la bipolaridad para una persona, no es fácil, principalmente por el desconocimiento de lo que le pasa.
Las enfermedades no tienen distinción de raza, pobreza o estatus, en relación a la superación de este síndrome afectivo, se sabe que entre más educación tiene una persona, mejor pasar, porque el paciente y la familia se detiene a conocer las distintas características del diagnostico y a aplicarlos en su diario vivir; el buen trato y el afecto pasan a ser un aporte para el paciente.
Un tratamiento bien llevado, permite desarrollar estudios, profesión u oficio con un excelente desarrollo de la actividad. Los estudios de la ciencia nos dice, lo real que es el nivel de inteligencia superior al común de las personas que llevan gen bipolar. No es necesario jactarse de eso, lo que importa dar buen uso a esa inteligencia para entender que el tratamiento no es solo favorable para él, si no para quienes sufren sus estados descompensados.
Es propio que por la debilidad emocional, algunos pacientes se dejen llevar por estímulos externos que en el tiempo perjudican el desarrollo de la persona y la salud mental.
"Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes"
Jorge Bucay
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