Como pacientes en la realidad no sabemos qué necesitamos, el estado bipolar cuando No está nivelado se mueve entre la angustia y el temor, pareciéndonos que pronto se presentará eso que se asemeja a un "sismo".
Son muchos familiares que no saben qué hacer frente a las alteraciones, irritabilidad, dominios, victimización de la que se siente el paciente, la mejor manera de ayudar es haciendo lo mismo que hacemos con esas personas a quienes queremos agradar, ofreciéndole propuestas con entusiasmo sincero, hacer preguntas que nos lleven a un dialogo no competitivo, ni de discusión insana, detalles como conocer a la persona en su respiración puede ayudar a evitar un mal momento para ambas partes, mejor será no insistir en comentarios que por la enfermedad pueden ser mal interpretados, la agitación puede demostrar la ansiedad o la incomodidad de lo que está sintiendo la persona.
No siempre es bueno hacer ver lo equivocado que se puede estar dentro de lo que se comparte, mejor será llevarlo a otra propuesta y cambiar la dirección de lo que puede gatillar en un altercado.
No es ser mañosos, es la enfermedad la que no permite darse cuenta, a veces, que se está alterado o complicado, los mecanismos de la bipolaridad pueden mejorar o perjudicarse con los estímulos externos, químicamente los medicamentos nos llevan a la estabilidad al equilibrio emocional, pero son los hechos los que nos afectan, principalmente el convivir bajo la crítica, tratar de cambiarnos las formas tanto de ser, como de sentir; muchas veces el sólo echo que los cercanos sepan que el familiar o amigo lleva el síndrome bipolar, se toman la libertad para mantener al paciente bajo el cuestionamiento y del sentido despectivo y confrontacional como poniéndole a prueba quién gana o quién es más fuerte sin considerar que el paciente no es su afán actuar muchas veces desmedidamente, sino dentro de su alma existe una vulnerabilidad afectiva que pasó a ser una patología; existe una diferencia entre quienes no se les ha desarrollado la bipolaridad, tienen mayor fortaleza emocional y mental para sobrellevar sus cosas y el paciente bipolar se mueve entre el no saber, a veces, del por qué de sus reacciones y más aún de qué es lo que le aflige.
Es por eso qué como pacientes tenemos el deber de buscar las propias satisfacciones en la conciencia de hábitos y conductas y aprender de lo bueno de lo que venga de otras experiencias que nos sirvan, conocernos en lo valioso que viene de nuestra esencia y no esperar reconocimiento, el mejor reconocimiento es nuestra salud mental desde donde podremos mirar cada día y a cada paso, un mundo de bienestar que está en la fuente de amor que también somos todos.